¿Cómo se fabrica un anillo de compromiso?

Un anillo de compromiso es uno de los objetos con mayor simbolismo y romanticismo que existen. Sin embargo, este proceso va mucho más allá de ser simplemente un regalo con el que pedir matrimonio. A la hora de elaborarlo, se requieren diferentes fases y el trabajo conjunto de varios profesionales para obtener la pieza final. Por ello, en este artículo queremos explicarte todos los pasos que se han de seguir. ¡Empezamos!

El paso a paso para elaborar un anillo de compromiso

Como te puedes imaginar, para ofrecer un producto de máxima calidad es necesario llevar a cabo una serie de etapas de la forma correcta. Las más destacadas son los siguientes.

Diseño de la joya

Los joyeros han de tener un gran espíritu creativo para diseñar productos únicos y exclusivos que logren la máxima satisfacción de los clientes. Por este motivo, el primer paso es elaborar un boceto en papel. Todo empieza con una idea a la que hay que darle forma. Si fuera necesario, puedes apoyarte en los integrantes de tu equipo para que te den feedback o te muestren nuevas propuestas.

Hoy en día, el auge de las nuevas tecnologías permite hacer bocetos mucho más personalizados. Por ejemplo, los renderizados dan la oportunidad de obtener modelos en 3D, con lo que se consigue una reproducción calcada al anillo que has diseñado.

Además, cuando se fabrica un anillo de compromiso, has de tener en consideración muchos detalles, como, por ejemplo, las medidas, el peso, la textura, si llevará alguna piedra preciosa...

Con un ordenador también podrás tallar en cera lo que se denomina «cera modelo». De este modo, es posible crear el caucho con el que se elaborará un molde que servirá de referencia. A partir de este momento, ya cuentas con un boceto y puedes iniciar la fabricación de la pieza.

Fundir el oro de ley

Hay algunos pasos que se han de tener muy claros antes de elaborar los anillos de compromiso definitivos. Por un lado, es importante encender los hornos con el tiempo suficiente para poder fundir de la forma adecuada el denominado oro de ley, el material que se usa para crear el producto final. Además, deberás elegir el metal que se empleará para fabricarlo. Generalmente, este tipo de anillo suele ser de oro blanco o amarillo.

Posteriormente, se inicia el proceso de fundición hasta que el oro alcance su estado más líquido - te recomendamos que utilices un horno para fundir oro de calidad -. Gracias a la cera, el diseño se puede fundir en plata. Se pondrá en un molde y se dejará enfriar para que se solidifique. En este punto es importante que revises su estado para eliminar cualquier tipo de imperfección que pueda surgir. Generarás una nueva cera, que será la que utilizarás como molde en la fundición del oro final.

Si necesitas más información sobre este tema, puedes consultar nuestra guía sobre el fundido de metales.

Mediante un inyector de cara, se van creando las piezas en la llamada cera de fundición y se colocan en un tronco (también de cera). Cada rama será una de las joyas para crear así el árbol de fundición. Después, se recubre todo con una especie de escayola para que se seque y adquiera la dureza necesaria. La última fase de esta etapa consiste en introducir el oro fundido, que va derritiendo la cera y sustituyéndola.

Seguidamente, podrás empezar a cortar las ramas y separar cada una de las joyas. El artesano también tiene la misión de moldear las piezas hasta alcanzar las dimensiones adecuadas. Con la combinación de diferentes limas, es posible contornear y dar la forma necesaria a los anillos. Una vez finalizado este proceso, se pueden pulir para conseguir ese valor añadido que separa a una buena joya de una excelente.

El pulido final para disfrutar de un buen anillo

Con la ayuda de un tambor de pulido, se puede avanzar en el pulido de las piezas mediante una pulidora por ultrasonido. Sin embargo, es necesario el papel de un pulidor profesional para darle ese toque final que necesita cada joya. Trabajando con diferentes discos de pulido se consigue la máxima brillantez y pulcritud.

Llegados a este momento, ya contarás con el anillo final, aunque habrá que añadirle todas las piedras preciosas y complementos que lo acompañarán.

Incluir los diamantes

Si la alianza cuenta con diamantes, deberás engastarlos de forma manual siguiendo el proceso adecuado. Para ello, puedes utilizar un soporte de madera al que tendrás que añadir resina en uno de los lados. Finalmente, rebajando el oro en la montura se podrá asentar de la manera correcta.

Si has elegido el oro blanco como principal material de la alianza, tendrás que pasarlo por el rodio. Este es un baño que sirve para darle un acabado brillante y luminoso.

Sin duda, conocer el proceso de fabricación de un anillo de compromiso, utilizar materiales de calidad y contar con la maquinaria adecuada son los factores principales para obtener los mejores resultados. De este modo, cada una de las parejas podrá recordar para siempre uno de los días más especiales de su vida.

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