Consejos a la hora de mantener tu reloj

Mantener un reloj es sencillo, pero cada vez menos personas conocen los trucos para hacerlo. En la actualidad, el consumo es mucho más compulsivo. Si algo deja de funcionar correctamente en todas sus funciones, no se repara, sino que se tira. Esto ha llevado a que gente como tú sufran el desconocimiento. Si no sabes cómo cuidar relojes, no te preocupes. A continuación, podrás aprender mantenimientos básicos de relojes de todos los tiempos. Son consejos especialmente útiles para piezas de alta calidad.

¿Cómo mantener un reloj de alta calidad o muy apreciado?

Los relojes más apreciados no tienen que contar con precios elevados. De hecho, en muchas ocasiones te gusta más un reloj al que le tienes cariño por quién te lo compró, dónde lo adquiriste o porque es heredado. Conservar los objetos valiosos no tiene que significar no querer perder dinero. Por esta razón, es bueno que aprendas a mantener tus relojes en buen estado con trucos sencillos y permanentes.

1. Protégelo de caídas

Aunque hay correas preciosas, lo más importante de un reloj es la propia máquina de funcionamiento. Por eso, tienes que estar pendiente de que no se deteriore por caídas. Son habituales cuando las correas empiezan a dañarse por el uso y el paso del tiempo. Revisar que el cierre esté bien y no está rota la pulsera es esencial para evitar que se desprenda de tu muñeca. Esto podría suponer que se rompiese o que lo llegases a perder. Puedes optar por comprar correas modernas o clásicas, conservando la esencia.

2. Aprende a usarlo

Muchos relojes antiguos o modernos tienen más funciones que las que utilizas normalmente. Esto es normal porque los tradicionales van perdiendo personas que los usen y, en consecuencia, personas como tú dejan de saber utilizarlos. Por su parte, los modernos o smart son muy avanzados, cuentan con tecnologías novedosas y ofrecen mucho más que la hora. Esto lleva a que no sepas utilizar todas sus funciones. Por lo tanto, independientemente del modelo de reloj que tengas, aprende a usarlo con todas sus funciones.

3. Relojes a pila o de cuerda

Algunas cosas que llevan a las personas a necesitar cambiar su reloj son los fallos de funcionamiento provocados por dos errores de uso. En los relojes que hay que cargar, las sobrecargas o cargas insuficientes llevan a la pila a agotarse en poco tiempo. Las baterías de litio de los relojes a pilas están a prueba de cargas erróneas. Sin embargo, debes seguir las indicaciones del fabricante de tu reloj inteligente para que te dure más tiempo. Ten en cuenta que, aunque no lo uses, vas a tener que completar una carga cada poco.

Por su parte, los antiguos relojes de cuerda necesitan que te lo saques para activar el mecanismo. Si le das cuerda cuando lo tienes en la muñeca, la fuerza y el ángulo con el que giras la rosca puede hacer que se suelte o se quiebre el mecanismo interno. Aunque podrías proceder a reparar o reemplazar la pieza, es mejor que simplemente te lo saques para darle cuerda una vez al día. Así el mecanismo interno no se dañará y la hora seguirá siendo exacta. Recuerda darle cuerda todos los días.

4. Resistencia al agua

Aunque hay relojes resistentes al agua, no debes introducirlos si no es innecesario. Algunos vienen muy preparados para ser sumergidos, pero el exceso de tiempo bajo el agua o cualquier otro inconveniente podría llevar a que el mecanismo interno se humedezca y deje de funcionar. Por esta razón, es recomendable comprar un reloj sumergible, pero solo para que no se estropee por medios naturales: lluvia, nieve, accidentes con un vaso, etc. Intenta sacártelo para ducharte o bañarte en playa y piscina.

5. Estuche original y posición estratégica

A pesar de que tengas la intención de llevarlo siempre, tal vez adquieras un reloj nuevo que te guste más para diario y prefieras usar ese. En cualquier caso, habrá ocasiones en las que no lo querrás tener contigo. Para ello, es recomendable que conserves siempre su estuche original. Así podrá estar perfectamente guardado. Además, podrás introducir ahí también la factura de la compra, la garantía o los consejos de conservación, si es que los tienes. De esta manera, no perderás nada.

Además, este estuche y, en consecuencia, tu reloj, debe estar guardado en un sitio sin humedad y sin alcances magnéticos. Los relojes mecánicos se estropean, desajustándose la hora, cuando entran en contacto con un imán. Por lo tanto, debes evitar estas localizaciones estratégicas que podrían dañar su exactitud o su mecanismo.

En conclusión, mantener un reloj es sencillo y solo se necesitan un par de consejos útiles que se te podrían pasar si no te los explican. Después, debes guardarlo con cariño y como cualquier joya. Límpialo con frecuencia, ve al joyero a repararlo si tiene cualquier problema y úsalo con frecuencia. Si no lo usas mucho, recuerda activarlo, cargarlo o darle cuerda igualmente.

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